Ante el creciente número de motociclistas que circulan sin medidas básicas de seguridad, el estado de Puebla ha endurecido su normativa con el objetivo de mejorar la seguridad vial y reducir los riesgos tanto para conductores como para peatones. La reciente reforma a la Ley de Movilidad y Seguridad Vial, ya publicada en el Periódico Oficial del Estado, establece nuevas obligaciones para quienes usan motocicleta, entre ellas, portar un código visible en el casco.
La medida, impulsada por el Congreso del Estado, busca facilitar la identificación de los motociclistas en todo momento. Aunque la disposición es obligatoria para todos los conductores, se establecen diferencias importantes dependiendo del uso que se le dé al vehículo.
Quienes utilizan la motocicleta como medio de transporte personal no estarán obligados a portar chaleco reflejante con número de placa, una modificación que ha sido bien recibida por los conductores que consideraban excesiva esta exigencia. En cambio, los repartidores de aplicaciones y trabajadores de mensajería sí deberán portar chalecos con la matrícula visible, como una herramienta para prevenir extorsiones, detectar irregularidades en operativos viales y reducir delitos vinculados al uso de motocicletas.
El gobierno estatal será el encargado de distribuir estos chalecos de manera gratuita, en un plazo máximo de 180 días hábiles, según se detalla en el decreto oficial.
Aunque la iniciativa ha generado reacciones encontradas entre motociclistas —algunos consideran que afecta su estilo de vida—, las autoridades destacan beneficios concretos, como:
- Mayor visibilidad en horarios nocturnos.
- Agilización en retenes o puntos de revisión.
- Reducción de robos y delitos en motocicleta.
- Disminución de accidentes viales.
Por ahora, esta normativa aplica únicamente en Puebla, pero podría servir como modelo para futuras regulaciones similares en otras entidades, incluyendo la Ciudad de México, donde ya se discute replicar algunas de estas medidas.
La “Ley Chaleco”, en su versión poblana, se perfila así como una apuesta por el orden y la seguridad, en un contexto donde la circulación de motocicletas sigue en aumento y demanda nuevas formas de regulación.
