Un importante hallazgo arqueológico fue dado a conocer por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en el municipio de Izúcar de Matamoros, Puebla, donde fueron localizadas osamentas humanas y piezas de cerámica prehispánica con una antigüedad superior a los 800 años.
Las evidencias encontradas corresponden al periodo Posclásico Temprano, entre los años 900 y 1200 d.C., una etapa de la cual no se había registrado presencia arqueológica en esta zona del estado.
Durante los trabajos de salvamento arqueológico realizados el pasado 2 de abril como parte del proyecto de conservación y reconstrucción del zócalo municipal —desarrollado por el INAH en conjunto con la dirección de Obras del ayuntamiento—, se llevaron a cabo excavaciones bajo el quiosco principal, donde se localizaron los restos.
El equipo halló cinco osamentas humanas: dos completas y tres con deterioro, posiblemente pertenecientes a personas adultas, aunque por el momento no ha sido posible determinar su sexo. Además, se recuperaron 10 cajetes decorados con grecas, figuras en forma de “S” y motivos que simulan gajos de calabaza, pintados en tonos rojo, negro, café y anaranjado.
Algunos de estos recipientes también presentaban soportes ornamentales con formas que evocan aves y serpientes, elementos típicos de la iconografía tolteca. Junto a ellos, se encontraron estructuras asociadas a la vida cotidiana, como un horno y un fogón con restos de carbón y cenizas, lo que sugiere un entorno habitacional más que ceremonial.
Los materiales recuperados se trasladarono a un laboratorio provisional instalado en el interior del ayuntamiento, donde actualmente se realiza su análisis, estabilización y conservación.
Aunque los especialistas del INAH consideran que podría tratarse de un conjunto habitacional prehispánico, continúan los estudios para precisar el contexto histórico de este significativo descubrimiento que abre nuevas perspectivas sobre los antiguos asentamientos en la región.
