Puebla destacó durante 2024 como una de las entidades con mayor número de policías asesinados en cumplimiento del deber, según el informe anual de la organización civil Causa en Común. Además, el estado se ubicó en la segunda posición a nivel nacional por el número de protestas de agentes policiales, reflejando un panorama preocupante en el ámbito de seguridad y condiciones laborales.
Policías asesinados: una realidad alarmante
En los primeros nueve días de enero de 2025, Puebla ya registra un policía muerto, situándose en el grupo de diez estados donde se han reportado homicidios de agentes este año. Entre el 1 y el 9 de enero, once elementos policiales fueron asesinados en entidades como el Estado de México (2), Sonora (1), Nuevo León (1), Baja California (1), Guerrero (1), Tabasco (1), Sinaloa (1), Veracruz (1), Guanajuato (1) y Puebla (1).
Durante 2024, Puebla contabilizó 13 policías muertos, ubicándose en la novena posición nacional junto con Baja California. A nivel nacional, 320 policías fueron asesinados ese año, lo que equivale a un promedio de uno por día. Los estados con las cifras más altas fueron Guanajuato (61), Estado de México (24), Guerrero (22) y Chiapas (20), entre otros.
Protestas policiales: exigencias desoídas
Además de los homicidios, Puebla fue escenario de múltiples movilizaciones policiales. Según el informe de Causa en Común, la entidad registró siete paros laborales y un emplazamiento a huelga en los últimos seis años, posicionándose como la segunda con más protestas, solo detrás de Michoacán, que contabilizó 12 paros y una movilización.
Entre las principales demandas de los policías destacan:
- Mejora en los salarios.
- Pago de bonos y prestaciones atrasados.
- Condiciones laborales más seguras.
- Incremento en el equipamiento y vehículos de trabajo.
A nivel nacional, se registraron 487 movilizaciones de policías en el mismo periodo, incluyendo 49 paros, 42 manifestaciones y cinco emplazamientos a huelga.
Reacciones y represalias
De acuerdo con Causa en Común, las respuestas de las autoridades suelen limitarse a mesas de diálogo y promesas, aunque en un número reducido de casos se han atendido las demandas. Sin embargo, también se reportaron amenazas de despido y procesos disciplinarios contra los manifestantes, algunos de los cuales se concretaron.
El reporte pone de manifiesto la urgencia de atender las condiciones laborales de los cuerpos policiales en Puebla y en el resto del país, así como de garantizar su seguridad en el ejercicio de sus funciones.
