Chignahuapan: el arte de las esferas que ilumina la Navidad del mundo

Enclavado en el estado de Puebla, el Pueblo Mágico de Chignahuapan brilla con luz propia gracias a su tradición en la fabricación de esferas navideñas, un arte que ha convertido a esta localidad en sinónimo de la Navidad eterna. Este municipio, reconocido por la destreza de sus artesanos, produce decoraciones que adornan árboles en todo el mundo.

Durante un recorrido por las fábricas de Chignahuapan, se puede observar el meticuloso trabajo de los sopladores de vidrio y decoradores que transforman simples materiales en verdaderas obras de arte. En estos talleres, que cuentan con años de experiencia, explican que su labor es crucial en el proceso de elaboración. Esta tarea, que comienza con el modelado de vidrio elástico, requiere gran precisión y destreza.

El proceso de fabricación no se detiene en las formas clásicas; los artesanos han adoptado nuevas técnicas para satisfacer las tendencias y preferencias del mercado. Tras la creación del molde, sigue el delicado paso del plateado, que otorga un acabado brillante a las esferas. Luego, las piezas se secan sobre alfombras de aserrín antes de pasar al decorado.

El toque final lo pone un equipo especializado que añade capuchones de aluminio y ganchos, ajustando los detalles según el tamaño de cada esfera. La demanda crece significativamente entre octubre y diciembre, cuando la producción aumenta para atender las necesidades de la temporada navideña. Sin embargo, los artesanos enfrentan la competencia de esferas importadas, principalmente de China.

El impacto de esta tradición en la economía local ha sido reconocido oficialmente. Chignahuapan obtuvo el Certificado de Indicación Geográfica, un distintivo que garantiza la autenticidad y calidad de estas esferas como un producto exclusivo de esta región. Durante la entrega de este reconocimiento, el gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, destacó la importancia de preservar esta herencia cultural:

“Es un homenaje a nuestra historia y al esfuerzo de quienes transforman los recursos naturales en parte fundamental de nuestra economía.

Por su parte, Santiago Nieto, titular del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, resaltó que Puebla no solo cuenta con denominaciones de origen como el mezcal, la talavera y la vainilla, sino que ahora también presume la primera indicación geográfica otorgada a las esferas de Chignahuapan. Este reconocimiento refuerza el valor de lo hecho en México y la relevancia de apoyar a los artesanos locales.

Las esferas de Chignahuapan, más que un adorno navideño, representan la pasión y el talento de una comunidad que sigue iluminando la Navidad de miles de hogares, llevando consigo el orgullo de una tradición mexicana.