Rectora de la BUAP llama al diálogo en medio de protestas estudiantiles

Ante las recientes manifestaciones de estudiantes de la Facultad de Medicina de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), la rectora Lilia Cedillo Ramírez hizo un llamado a la comunidad universitaria para mantener el diálogo como vía para alcanzar soluciones justas y equitativas.

En un mensaje dirigido al estudiantado, Cedillo Ramírez reconoció la importancia de escuchar todas las voces y valoró la pasión con la que los jóvenes expresan sus inquietudes sobre problemáticas que requieren atención.

Las protestas, que han incluido bloqueos viales y la interrupción de actividades en Ciudad Universitaria durante tres días consecutivos, surgen de la demanda de más plazas para internados y prácticas clínicas. Ante la creciente inconformidad, la universidad optó por trasladar las clases al formato en línea y suspender temporalmente los trámites administrativos.

La rectora aseguró estar al tanto de las peticiones de los estudiantes y destacó la relevancia de garantizar una educación de calidad, mejorar las condiciones de las instalaciones y asegurar la asistencia del personal docente. También enfatizó la importancia de atender las denuncias de acoso que han sido señaladas por la comunidad universitaria.

“La BUAP se construye con el esfuerzo de todos. Debemos escuchar con respeto y empatía las inquietudes de los estudiantes, cuyo espíritu crítico y deseo de cambio son fundamentales para nuestra institución”, expresó.

Desde su formación científica, explicó, su enfoque es analizar el problema en profundidad antes de buscar soluciones viables para todas las partes. Por ello, reiteró su disposición a dialogar y construir acuerdos que beneficien a la comunidad universitaria.

“Sus demandas me importan. No me son indiferentes. Sigamos conversando y encontrando puntos en común. El diálogo es una herramienta poderosa”, subrayó.

Cedillo Ramírez afirmó que ya se han logrado avances en algunas unidades académicas y se comprometió a mantener abiertas las mesas de diálogo para atender cada una de las peticiones.

“Confío en que, mediante acuerdos, se podrán liberar los espacios sin que ello signifique renunciar a sus causas, sino como un gesto de solidaridad para evitar afectar el funcionamiento de la universidad”, concluyó.