Un caso de presunto maltrato animal ha generado conmoción en la comunidad de San Francisco Totimehuacán, en la ciudad de Puebla. La trágica historia de “Rocket”, un cachorro de raza Pomerania, desató indignación y clamor por justicia.
El pasado 30 de enero, Rocket desapareció del barrio de San Miguel cuando su familia realizaba trabajos de construcción en su hogar. El pequeño perro, de apenas seis meses, salió sin que sus dueños se percataran y, minutos después, al notar su ausencia, iniciaron una búsqueda por la zona.
Gracias a las cámaras de seguridad de los vecinos, descubrieron que un hombre a bordo de una camioneta blanca de doble cabina, con escaleras en la parte superior, se lo había llevado. Días más tarde, su dueño identificó un vehículo similar circulando en la zona y decidió confrontar al conductor.
El hombre aseguró que el día del robo otro trabajador pudo haber usado su camioneta. Para demostrar su disposición a ayudar, facilitó el contacto de un familiar que, presuntamente, tenía información sobre el paradero del perrito.
Cuando Román, el dueño de Rocket, se comunicó con el señalado, este admitió haber recogido al cachorro al verlo solo en la calle. Sin embargo, afirmó que murió tras ser atacado por otro perro cuando lo llevaron a una estética veterinaria para rasurarlo.
La familia del perrito no quedó convencida con esta versión. Rocket no presentaba signos de mordeduras, solo estaba rasurado. Por ello, decidieron llevarlo a un veterinario, quien descartó que la causa de muerte hubiera sido un ataque de otro animal. Al examinar el cuerpo, descubrió una herida en el cuello y planteó la hipótesis de que el cachorro pudo haber recibido una sobredosis de anestesia durante el procedimiento estético.
Pero lo más impactante aún estaba por venir. En lugar de entregar el cuerpo directamente a la familia, los responsables enviaron a Rocket sin vida en una caja a través de un servicio de paquetería, lo que agravó la indignación de sus dueños.
Creyendo que intentaron encubrir lo sucedido, la familia del cachorro inició acciones legales por maltrato animal. Solicitaron que se le realice una necropsia para esclarecer las causas de su fallecimiento y exigen a las autoridades investigar qué veterinaria estuvo involucrada, ya que el presunto responsable se ha negado a revelar esta información.
El Instituto de Bienestar Animal de Puebla condenó lo ocurrido y presentó una denuncia ante la Fiscalía General del Estado para que se realicen los estudios forenses correspondientes. La familia de Rocket, junto con la comunidad, clama justicia para que este caso no quede impune.