Una noche de furia se vivió en el municipio poblano de San Juan Tianguismanalco, donde un grupo de habitantes intentó tomar justicia por mano propia contra un hombre acusado de robo y homicidio. La intervención de las autoridades desató el caos: una patrulla fue incendiada y varios vehículos particulares resultaron dañados.
Los hechos comenzaron cuando un comercio local fue asaltado y una persona de la tercera edad perdió la vida tras ser baleada. Indignados, los pobladores se organizaron y lograron retener a un hombre señalado como presunto responsable del crimen.
Para evitar que la situación escalara, fuerzas de seguridad de los tres niveles de gobierno activaron un operativo especial contra linchamientos y lograron rescatar al sospechoso. Sin embargo, la frustración de los habitantes derivó en actos vandálicos, entre ellos la quema de una unidad policial y daños a dos automóviles particulares.
Este no es un hecho aislado en la región. Apenas el pasado 7 de diciembre, en el municipio vecino de Atzitzihuacán, tres hombres acusados de intentar secuestrar a un menor de edad fueron linchados por una multitud. Las víctimas fueron golpeadas, quemadas y colgadas en las calles de San Juan Amecac, evidenciando una preocupante tendencia en el estado.
Entre 2019 y octubre de 2024, se registraron al menos 29 linchamientos en Puebla, con un saldo de 42 muertes. Según la Fiscalía General del Estado, estos casos han sido clasificados como homicidios dolosos. Las cifras reflejan una alarmante fluctuación: ocho casos en 2019, siete en 2020, dos en 2021 y 2022, cuatro en 2023 y seis en lo que va del 2024.
Los municipios con mayor incidencia incluyen la ciudad de Puebla, San Martín Texmelucan y Tecamachalco, destacando la urgente necesidad de medidas para frenar la violencia y restablecer la confianza en las instituciones de justicia.