Motociclistas de cuatro patas: “Papi” y “Negro” deslumbran en Chignahuapan, Puebla

En el pintoresco municipio de Chignahuapan, Puebla, una inusual escena ha capturado la atención de turistas y habitantes: dos perros que, con destreza y encanto, recorren las calles a bordo de una motocicleta, acompañando a su dueño en sus trayectos cotidianos. Los canes, conocidos como “Papi” y “Negro”, se han convertido en una sensación local, dejando una huella en todos los que tienen el privilegio de verlos en acción.

La historia de estos peculiares motociclistas comenzó hace algunos años, cuando “Negro”, el más grande de los dos, comenzó a mostrar su fascinación por las motocicletas. Desde cachorro, este perro de gran tamaño se subía por iniciativa propia a la moto de su dueño, Hugo Rojas, quien se sintió conmovido por el vínculo tan especial que su mascota había desarrollado con la motocicleta.

Hugo, quien ha cuidado y educado a “Negro” desde que era un cachorro, decidió reforzar su estilo único. Le compró lentes, botas y una chaqueta, dándole el look completo de un verdadero motociclista. Pero lo que más sorprendió a su dueño fue la inteligencia de “Negro”. Este perro no solo sube con destreza a la moto, sino que también sabe adaptarse a la velocidad: al recibir la señal de Hugo, “Negro” se agarra fuertemente de los hombros de su dueño para no perder el equilibrio en las rutas más rápidas.

La fidelidad de “Negro” no tiene comparación. A menudo, lo acompaña en largos períodos de espera, incluso hasta cinco horas fuera de su trabajo, simplemente para regresar juntos a casa.

Pero la historia no termina ahí. Inspirado por el ejemplo de su amigo “Negro”, “Papi”, el perro más joven, también comenzó a subirse a la moto. Este curioso perrito no tardó en seguir los pasos de su compañero, y hoy en día, ambos canes acompañan a Hugo en sus paseos por las calles del Pueblo Mágico, atrayendo la mirada y la admiración de los transeúntes.

La fama de “Papi” y “Negro” ha trascendido las fronteras del municipio. En los desfiles locales, son una atracción fija, recorriendo las principales calles mientras las bandas sonoras acompañan su paso. Los turistas, encantados con este trío peculiar, no dudan en pedirles fotos y compartir sus momentos en redes sociales.

Hugo, con humildad, destaca la inteligencia, el amor y la lealtad de sus perros. Además, hace un llamado a la adopción responsable, resaltando que los perros que viven en la calle merecen un hogar lleno de cuidados y amor.